Los niños y el coronavirus

Publicado por María Josefina


Las enfermedades respiratorias como COVID-19, la gripe y el resfrío son provocadas por diferentes tipos de virus que pueden tener características y síntomas comunes que hacen muy difícil diferenciarlas clínicamente.

Los padres, especialmente los de niños escolarizados, deben estar alertas a la aparición de estos síntomas en sus hijos para poder actuar a tiempo, aislarlos y así evitar la diseminación de las enfermedades, entre ellas el COVID-19.

Los niños que se infectan con coronavirus pueden no tener síntomas, tener síntomas leves y solo algunos pocos llegan a tener síntomas más graves.

En pediatría los síntomas de COVID-19 son por orden de frecuencia: - Fiebre, tos, dolor de garganta, dificultad respiratoria, dolor de cabeza, diarrea y/o vómitos, dolores musculares y pérdida brusca del gusto y/u olfato.


En caso de que un niño comience con síntomas lo primero que hay que hacer es aislarlo. Después es importante establecer si son compatibles con un caso sospechoso o no, porque eso va a determinar la necesidad de hacer diagnóstico mediante un hisopado.


¿Cuándo son casos sospechosos?

Hay 3 situaciones muy claras:

1. Cuando presentan 2 o mas síntomas de los nombrados anteriormente. Hay que tener en cuenta que solo el 57% de los niños con covid tienen fiebre, por lo que la ausencia de fiebre no lo descarta. No esperen la fiebre para sospecharlo.

2. Cuando hay pérdida brusca de gusto y olfato.

3. Cuando siendo contacto estrecho presenta 1 o más síntomas de los siguientes: fiebre, tos, dolor de garganta y dificultad respiratoria.


En estos casos se debe realizar la consulta médica para evaluar al paciente y analizar si existe otra causa que explique en forma completa los síntomas y descarte el COVID-19. (por ejemplo, varicela, infección urinaria, alergias).

¿Los mocos son síntoma de COVID-19?

Los mocos solos sin ningún otro síntoma, al día de hoy en Argentina, no son criterio diagnóstico de COVID-19. Igualmente es importante recordar que los pacientes con COVID-19 pueden tener mocos, con lo cual su presencia no lo descarta.

Entonces en los chicos con mocos es importante analizar el contexto. Debemos establecer si se acompaña de otros síntomas, como dolor de garganta, tos, febrícula, y en los más pequeños observar si hay decaimiento o irritabilidad ya que la cefalea o el dolor muscular muchas veces no lo saben describir. Debemos evaluar si hay síntomas en los convivientes y también sus antecedentes personales como en el caso de pacientes con rinitis alérgicas crónicas.


Diagnóstico

Una vez que el niño es considerado caso sospechoso, se debe realizar una prueba diagnóstica y aislar a los contactos.

El metodo diagnóstico de laboratorio de SARS-CoV-2 más sensible es la prueba de detección directa del genoma viral por PCR en un hisopado nasofaríngeo. Es una prueba con muy buena sensibilidad en los pacientes sintomáticos, con mayor rendimiento en el segundo o tercer día de síntomas.


Por eso lo ideal no es consultar inmediatamente con el primer registro febril, sino en la medida de lo posible y cuando el estado general del paciente lo permita esperar por lo menos 24 horasantes de la primera consulta.


Existen además las pruebas rápidas de antígeno, que se utiliza en los primeros 7 días de síntomas, que también se hace con hisopado nasofaríngeo y el resultado se informa en 30 minutos; pero hay que tener en cuenta su menor sensibilidad dependiendo del método y que si el resultado es positivo confirma el diagnostico, pero el negativo no descarta la enfermedad por lo que en casos de alta sospecha diagnostica debe confirmarse con una PCR.


También se puede diagnosticar COVID-19 sin realizar ningun estudio, esto se hace en lugares con alta circulación viral donde se confirma un caso por criterio clínico/epidemiológico. Esto significa que los pacientes que presentes 2 o mas síntomas compatibles y sean contacto estrecho o presenten pérdida brusca de gusto y/u olfato se los considera positivos sin hisopar.


Entonces si el resultado de la PCR fuera negativo o no detectable, seguirán en contacto con su pediatra para evaluar diagnósticos alternativos y controlar la evolución del cuadro.


Si se diagnostica enfermedad por COVID-19 por el método que sea, debe aislarse en su domicilio y de sus convivientes durante 10 días. En la página del Sanatorio van a encontrar la guía informativa donde esta detallado como realizar en forma correcta el aislamiento.

Salud refuerza las recomendaciones de vacunación contra COVID-19 para niñas, niños y adolescentes

Ante el incremento en la actividad de SARS-CoV-2 desde finales de julio, Argentina sostiene la importancia de la vacunación como la herramienta más eficaz para mantener la protección, con énfasis en los grupos de riesgo.

Ante el aumento de circulación del virus SARS-CoV-2, responsable de la COVID-19, el Ministerio de Salud de la Nación recuerda la importancia de que todas las personas a partir de los 6 meses de edad cuenten con el esquema primario y al menos un refuerzo aplicado en los últimos 6 meses, para sostener la protección y prevenir complicaciones, hospitalizaciones y muertes.

En ese sentido, es importante enfatizar que los niños y las niñas a partir de los 6 meses reciban la vacuna, ya que, si bien la mayoría de los cuadros pueden cursar con menor gravedad que los adultos, la evidencia es categórica sobre la posibilidad de que generen complicaciones y requieran internación (entre 2 a 5% del total de las hospitalizaciones son de menores de 18 años, según datos de distintos países de Latinoamérica) así como también presenten secuelas, que son más frecuentes en quienes tienen alguna comorbilidad. Así, el síndrome inflamatorio multisistémico, afección médica infrecuente que puede ser grave y potencialmente mortal, suele ocurrir en niñas y niños pequeños en promedio a las cuatro semanas de la infección por SARS-CoV-2, y su incidencia ha disminuido luego de la introducción de las vacunas.

Cabe mencionar que la combinación de inmunidad natural y la generada por la vacunación, que tiene la inmensa mayoría de la población, hace que actualmente la infección se desarrolle con síntomas leves, sin embargo se siguen registrando aumentos de casos de COVID-19 en los últimos meses en distintas regiones del mundo, y esto tienen su consecuente impacto en el incremento de las complicaciones e internaciones, sobre todo en personas sin antecedentes de vacunación reciente.

En Argentina se observa un incremento en la actividad del SARS-CoV-2 desde finales de julio, con un promedio de 1.751 casos y un promedio de 11 fallecidos semanales. Respecto a la caracterización de las personas fallecidas durante el 2023 con infección por SARS-CoV2, el 77,29% corresponden al grupo de edad de 65 años y más; el 76,13% de quienes fallecieron tenía una o más comorbilidades o factores de riesgo para enfermedad grave. Es importante destacar que más del 90% de los casos fallecidos registraban la última dosis de vacuna aplicada hace más de 6 meses o sin vacunación. Entre julio y septiembre, el mayor número de fallecidos/as se registró en personas que tenían la última dosis de vacuna registrada más de un año antes del inicio del cuadro clínico.

Para fortalecer la estrategia de vacunación contra la COVID-19, Argentina incorporó a partir de enero de 2023 la vacuna COMIRNATY BIVARIANTE, Original/Ómicron BA.4-5 (Pfizer) como dosis de refuerzo en personas de 12 años o más; y la vacuna SPIKEVAX BIVARIANTE, Original/Ómicron BA.4-5 (Moderna) como dosis de refuerzo en personas de 6 años o más.